X

Dramático relato de la mujer que asistió a la turista violada en Puerto Deseado

“Nunca había visto a una persona bañada en sangre pidiendo auxilio”, afirmó. Los agresores tiraron al hijo de la víctima, de cuatro años, por los acantilados.

La mujer paseaba por el Autódromo Ramonín Fernández cuando apareció una persona descalza y ensangrentada que les pidió ayuda.
Actualizada: 21/02/2020 16:58
PUBLICIDAD

Cecilia, la mujer que asistió a la turista violada en Puerto Deseado, relató cómo fue el desesperante momento en el que encontró a la víctima. “Nunca había visto a una persona bañada en sangre pidiendo auxilio”, aseguró. La víctima fue abusada sexualmente por un hombre, mientras otro de los agresores retenía a su hijo de 4 años. Después, al nene lo tiraron por el acantilado. "Matala: nos vio", le ordenó uno de los atacantes al otro. La policía difundió el identikit de los sospechosos.

La mujer paseaba por el Autódromo Ramonín Fernández junto a su esposo, su hermana y su sobrino cuando apareció una persona descalza y ensangrentada que les pidió ayuda.

Instantáneamente, la familia se acercó a socorrerla. Le dieron agua e intentaron contenerla, mientras llamaban a la policía. “Tardaron solo cinco minutos en venir, pero fueron los más largos de mi vida”, afirmó Cecilia.

Según relató en diálogo con TN, la turista le contó que paseaba junto a su hijo de cuatro años cuando dos hombres la interceptaron y la violaron. “Dijo que la golpearon para matarla y que escuchó que uno le comentó al otro: ‘Matala porque nos vio’”.

Después, le pegaron con una piedra en la cabeza y se llevaron su celular y al nene. “Cuando se despertó, comenzó a caminar y nos encontró a nosotros”, explicó Cecilia, quien resaltó que “estaba descalza en un lugar que no es para estarlo, es muy rocoso y hay pinches”.

“Nos pedía por favor que la policía busque al hijo”, afirmó. Después de violarla y golpearla, los atacantes asesinaron al nene tirándolo desde un acantilado.

Cecilia confesó que nunca habían vivido una situación similar. La conmoción les dura en el cuerpo y se preguntan: “¿Qué hacemos ahora? ¿Hay que salir en patota a caminar? Tenemos miedo”.

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR